Hoy nos centramos en las invitaciones.
Si ya conocemos el lugar, y la fecha, deben sentarse y ver el numero de invitados, quienes queréis que sean, dando lugar al primer momento conflictivo de la preparación de la boda. Comienzan a surgir diferencias, tensiones, y es momento por ello de sentarse, poner unas normas, unos limites consensuados en pareja. A nuestras parejas solemos ayudarles cuando necesitan poner esos limites, prestando nuestra ayuda para buscar su MAN (Mejor Acuerdo Negociado).
Escogidos una primera lista de invitados más o menos fiable, luego ya vendrán las modificaciones, siempre la familia dirá las típicas preguntas ¿De verdad va …, si va el no voy yo?, ¿No habéis invitado a ...?, con esa primera lista en la mano, comienza el momento de buscar la presentación de nuestro evento, es el momento de buscar la invitación que vamos a usar. Sera nuestra carta de presentación y uno de los recuerdos que más suelen guardar los invitados. Tenemos que escoger con calma, no se puede escatimar en algo tan importante.
Desde las invitaciones clásicas, donde existen imprentas que por un coste módico nos personalizan modelos muy básicos.
Podemos sino optar a un modelos hechos 100% para nosotros. Es un poco más elevado de precio, pero suele ser lo recomendable, cuando estamos tratando de dar a conocer un evento que es único en nuestras vidas y tan importante como es una boda. Además al ser para nosotros podemos darle nuestro toque. Desde invitaciones que son como una lotería, ticket de concierto, cinta de radio cassette, un libro contando la historia de la pareja y muchas mas ideas que se nos ocurran.
Y no queremos olvidarnos de las invitaciones que están llamando más la atención de nuestras parejas cuando les ayudamos a escoger las invitaciones. Los modelos en 3D incluso algunos con movimiento. Una forma de diferenciarse, llamar la atención y que os recuerden siempre vuestros invitados.
Lo importante al final, es que os sintáis a gusto con la invitación, que os refleje como pareja. Es vuestro momento.
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